La Generalitat lleva ya algunas semanas abordando un profundo recorte presupuestario en la sanidad que supondrá una reducción de mil millones de euros, el 10% de los recursos con los que contó el pasado ejercicio. Para hacerlo, el Departament de Salut ha informado a los centros de qué partida disponen para que sean ellos mismos los que apliquen las medidas que consideren más efectivas para llevar a cabo el recorte.
De hecho las restricciones en el ámbito de la salud ya fueron introducidas con fuerza a causa del ambiente de restricción económica impuesto por la Unión Europea (UE) a través de los acuerdos del Tratado de la Unión Europea (Tratado de Maastricht) en 1992. Desde entonces, se han elaborado varios informes y estudios, que proponen una vertiente del análisis del sector de la salud dirigido esencialmente a tomar conciencia de la importante cantidad de recursos económicos que comporta el sector de la saludy analizar cómo se interrelaciona con el resto de ramas productivas de la economía.
De entre las múltiples variables analizadas en los ultimos tiempos podemos encontrar por ejemplo: Gasto sanitario público per cápita, Gasto sanitario público en Cataluña por agentes de gasto, Evolución del gasto sanitario en millones de euros en Cataluña, Gasto sanitario público sobre el PIB, Porcentajes del gasto sanitario público y privado con relación al gasto sanitario total, Crecimiento de los puestos de trabajo totales en sanidad, comparativas del coste sanitario entre comunidades, etc.
Bajo mi punto de vista este enfoque es el que quizás, en un contexto como el actual debería completarse con un estudio en profundidad basado no en la comparativa externa, ni con los macro-indicadores económicos, que siendo claves en el estudio de la evolución de la sanidad en Catalunya, actualmente son elementos de análisis de un nivel demasiado generalista para que puedan ayudarnos a la toma de decisiones.
Visto todo lo anterior, como metodología para abordar esta reducción sanitaria propuesta por la conselleria de Sanitat, podría llevarse a cabo como una reingeniería de procesos.
Michael Hammer es el inventor del termino “reingeniería”, escribiendo
el estudio de referencia en la ultima década, estudio que apareció en
Harvard Business Review con el título “Reengineering Work: Don´t
Automate, Obliterate”
La Reingeniería es el replanteamiento fundamental y el rediseño de los
procesos en los negocios para lograr mejoras dramáticas en medidas de
rendimiento que son críticas y contemporáneas, tales como costos,
calidad, servicios y rapidez, optimizar los flujos de los trabajos y la
productividad de una organización.
Se trata de un enfoque para planear y controlar el cambio. Es un proceso
total de readecuación de las organizaciones en las nuevas y exigentes
condiciones en un entorno cada vez más difícil de controlar; es decir,
es una de las formas con que se puede operacionalizar el cambio.
Hecho este preámbulo, en primer lugar debería establecerse un
modelo de análisis en el que estén representados los principales centros
de coste del sistema a analizar. Es decir, establecer cuales
son los elementos comunes y clave de medición que vamos a utilizar para
establecer cual es el punto de partida de cada uno de los centros
(tipología de personal, bienes de consumo, medicamentos,
infraestructura, gestión, compras, etc.) y por lo tanto a la hora de
comparar resultados entre centros lo haremos utilizando un parámetro
común. ¿Saben por ejemplo que los medicamentos hospitalarios absorben el
20% del presupuesto?
Una vez realizada esta etapa, deberíamos plantearnos la
definición un modelo de gestión de referencia, pero que de cobertura a
las distintas realidades socio-económicas y demográficas que tenemos en
Catalunya. ¿Acaso las necesidades de Barcelona, Girona, Lleida y
Tarragona, son exactamente las mismas?, la respuesta definitivamente es
No.
Tras disponer de este modelo elaborado, es cuando podrían
plantearse medidas mas que de recorte, de optimización, de mejora de
eficacia y de la eficiencia, eso sí, contextualizado al entorno de
aplicación, para preservar en todo momento el equilibrio
territorial de los servicios sanitarios, independientemente de la
provincia donde nos encontremos.
Finalmente, para realmente mantener el sistema debería abordarse un concepto medición y mejora continua, para preservar el modelo creado y poder anticiparnos a las cambios que la sociedad requiera. Como decía el matemático inglés Lord Kelvin “Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide , no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre.”
La actual situación del sistema sanitario catalán, debería ser visto como una oportunidad de mejora por parte de todos los interlocutores que concurren en él y con un espíritu de autocrítica, atreverse a abordar una reorganización del modelo sanitario en profundidad y estableciendo las bases para el que deberá ser nuestro modelo sanitario para las próximas décadas.
Las medidas de optimización –me niego a hablar de recorte- deben ser
como he comentado antes, contextualizadas al entorno y deben preservar
el equilibrio territorial como elemento de solidaridad dentro de
Catalunya.
Aplicando el enfoque de reingeniería, veremos que el margen de mejora en
algunos casos podrá superar el listón de ahorro que desde la consejería
de sanidad de Catalunya nos proponen y en otros quedará por debajo,
puesto que los condicionantes del entorno no lo